Quiasmos

Bienvenido Navegante:
Me gustaría poder tener una relación dialéctica con todos los que pasen por este blog, poder compartir saberes, poder crear conocimiento en el proceso.
Las entradas siempre están relacionadas con lecturas que realizo, por tanto, los temas son variados. Será un gusto entablar un diálogo de saberes.
Saludos querido navegante de la red.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Apropiación Dialéctica




Esta semana mientras todos, en teoría, se recluían en sus hogares por la pandemia, se realizó la recepción de papeles para poder participar en el examen de idoneidad para plaza magisterial, que realiza la Secretaría de Educación Pública (SEP); en aras a pertenecer al magisterio, participé en un curso dónde se abordan las dimensiones desde las que, en teoría, se irgue la Nueva Escuela Mexicana, ya que cómo dice mi abuela “del dicho al hecho, hay mucho trecho”, y el proceso educativo que se plantea en los lineamientos de la SEP, así como muchas planteamientos que atienden a cuestiones sociales, se quedan ahí, en la teoría, ya que en la práctica sucede lo contrario.
Considero que esto acaece por la falta de apropiación de los discursos, puesto que no se logra encontrar un sentido al texto en cuestión,  es necesario ser conscientes de lo que Paul Ricoeur (2002) señala al decir “lo que finalmente me apropio es de una proposición del mundo” (p.120) cuando habla sobre el círculo hermenéutico y la importancia en éste, del proceso dialógico de la interpretación-comprensión de un texto.
Los textos deben entenderse desde un sentido discursivo, en el que se da un intercambio de mensajes, por ello es necesario considerar que existe una situación de escritura y una situación de lectura, el uso particular del lenguaje determinará la situación comunicativa del mensaje; esto tiende a dificultar la apropiación del texto, ya que  los códigos se tornan abiertos o cerrados, más universales o restringidos, en tanto el sentido de éstos es histórico, dependen del contexto, de la competencia del lector y el escritor, es decir, existirán tantos textos, como existan lecturas (Alvarado y Yeanniteguy, 2009).
El proceso de apropiación de los textos es permanente, demanda su producción, así como su comprensión, al detonar nuestra capacidad para leer el mundo, este proceso llamado alfabetización, está intrínsecamente ligado a la lectura y la escritura, a la importancia de estas prácticas desde sus fines sociales, funciona como una ventana, o puerta en el mejor de los escenarios, para entender un código escrito, que está supeditado a una ideología, a normas que lo estandarizan, a un código sociocultural, a un contexto que permite comunicar un mensaje.
Entender a la alfabetización no únicamente desde lo académico, sino desde su sentido práctico, nos permitirá encontrar fines sociales, así como a ser conscientes de la polisemia de los textos, conceptualizada por Ricoeaur (2002) como la “capacidad de las palabras de tener más de un significado cuando se las considera independientemente de su uso en un contexto determinado” (p.72),  escenarios a los que llegaremos sólo si tenemos una competencia comunicativa que nos permita regularnos en función del contexto en que nos situemos.
En este punto podemos deducir que la apropiación de los textos, tan necesaria para encontrar un sentido práctico a los discursos, es más fructuosa cuando la alfabetización tiene un enfoque comunicativo, para ello Maite Alvarado y Alicia Yeanniteguy (2009) proponen una reformulación del esquema para modelizar la comunicación oral cara a cara de Roman Jakobson; partir de un mensaje emitido por el destinador para un destinatario, en el que se tienen que considerar el contexto, el contacto y el código, este último entendido como un código único, a un mensaje que se materializa en el soporte (el contacto), supeditado a un proceso sociocultural (contexto),  donde el receptor (destinatario) “no es pasivo, no se limita a recibir y decodificar algo ya terminado, sino que durante la escucha es activo” (p. 20),  asume una posición, es tan activo como el emisor (destinador), y hay una multiplicidad de códigos, lingüísticos, ideológicos, socioculturales, retóricos, que pueden, o no, ser compartidos por el emisor y el receptor.
 Una alfabetización comunicativa nos permitirá entender el discurso en función del contexto en el que se gesta, entender la intencionalidad  del autor, del texto, del lector, cómo un estado permanente, también es mutable, dinámico, podremos hacer una interpretación hermenéutica desde las relaciones intersubjetivas, al ser conscientes de cómo otros representan, pero también cómo nosotros representamos el mundo.
Encontrar un sentido a los discursos, será asequible si entendemos que todo proceso de interpretación es personal, pero encuentra sentido en la regulación social; es necesario interpretar un texto para comprenderlo, y comprendernos en este distanciamiento, para resignificar una proposición del mundo, para apropiarnos dialécticamente de su sentido, desde las contradicciones de nuestras realidades, códigos que nos unen o separan, es decir, desde la dinámica de sus continuas transformaciones, para que el trecho entre lo dicho, el texto, y el hecho, la práctica, sea cada vez más fácil de salvar.





Bibliografía:
Alvarado, M. y Yeanniteguy, A. (2009). La escritura y sus formas discursivas. Curso introductorio. (Cap. I La escritura, Cap. II La comunicación escrita). Argentina: Universidad de Buenos Aires.
Loureda Lamas, Ó. (2003). Introducción a la tipología textual. Capítulo 4 La clasificación de los tipos de texto. Madrid: Arcos libros.
Ong, Walter J. (1987). Capítulo 3 “Algunas psicodinámicas de la oralidad” en Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra (pp.38-80). México: Fondo de Cultura.
Ricoeur, Paul (2002). “¿Qué es un texto?; “Explicar y comprender”; “El modelo de texto: la acción significativa considerada como un texto. En Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II (pp. 127-196). México: Fondo de Cultura Económica.


jueves, 5 de marzo de 2020

Bases de datos institucionales



 En esta era de información desmedida se hace imprescindible discernir qué textos cuentan con información fiable o no, desde las notas amarillistas de los periódicos y revistas, la manipulación de la información en las transmisiones televisivas,  hasta las fakes news que pululan en diversos sitios de internet.

En el caso de internet existen buscadores que nos permiten encontrar información, no sólo más rápida y cómodamente, sino que también cuentan con algún tipo de respaldo institucional, ya que existen instituciones, públicas y privadas, que cuentan con dominios en la web, que funcionan como bases de datos electrónicas, desde las que comparten información.

Uno de estos sitios web es EBSCO, en él podemos encontrar textos académicos que dan cuenta de estudios en las diversas áreas de las ciencias y humanidades. Con una interfaz bastante amigable, basta con darse de alta como usuario para poder guardar las búsquedas que hacemos, y localizar el sitio donde se escribe el tema del que necesitamos información, para encontrar un sinfín de textos en inglés y en español. Cuenta, además con herramientas de gran utilidad que nos permiten desde descargar un documento, hasta obtener el URL del enlace permanente, o la referencia de los documentos en los distintos tipos de formatos de citación.

Descargar textos de sitios en internet donde la información que se nos comparte tiene respaldo institucional, es un gran aliciente en la realización de investigaciones fiables, por tanto se hace imprescindible conocer las direcciones web que  nos permiten llegar a tales fines.